Una mujer relató su experiencia al volante de un Largus mientras era seguida de cerca por un dron. El aparato, que se desplazaba a una rapidez de aproximadamente 100 kilómetros por hora, obligó a la conductora a acelerar su vehículo hasta alcanzar los 160 kilómetros por hora. Sin duda, una situación inusual y llamativa en la carretera.
Es importante recordar que conducir a excesiva velocidad puede ser peligroso y está penado por la ley en muchos países. En este caso, la mujer solo lo hizo por necesidad, al verse perseguida por el dron. Afortunadamente, todo terminó sin incidentes y sin comprometer la seguridad de los demás usuarios de la vía.