Ripple, la compañía detrás de la criptomoneda XRP, ha anunciado recientemente su incursión en el mundo de las stablecoins con el lanzamiento de Ripple USD RLUSD. Esta nueva moneda digital, que se espera esté disponible para finales de 2024, está actualmente en fase de pruebas con socios empresariales y se está probando en las redes XRP Ledger y Ethereum.
La stablecoin de Ripple está diseñada para mantener una paridad estable con el dólar estadounidense, y estará respaldada por activos como depósitos en dólares, bonos del Tesoro de Estados Unidos y otros equivalentes de efectivo. La empresa ha asegurado que una firma de contabilidad externa auditará los activos de reserva y se publicarán certificaciones mensuales.
Monica Long, presidenta de Ripple, ha destacado la importancia de las stablecoins como rampas de entrada y salida al dólar, especialmente en el contexto de la crisis bancaria del año pasado. La stablecoin de Ripple podría cubrir una necesidad clave en el mercado, ya que las instituciones tradicionales, especialmente en Estados Unidos, necesitan acceder a los mercados de criptomonedas.
Sin embargo, RLUSD no estará disponible para su compra o negociación hasta que reciba la aprobación regulatoria. Además, entrará en un mercado dominado por dos stablecoins líderes: USDT y USDC. A pesar de esto, Ripple cree que existe una demanda clara de monedas estables que brinden confianza, estabilidad y utilidad.
Una de las oportunidades para RLUSD es el mercado de la Unión Europea, donde las stablecoins USDC y EURC están aprobadas para operar bajo la regulación de Mercado de Criptoactivos MiCA. Ripple podría expandirse en este mercado si se adecúa a las regulaciones europeas.
El lanzamiento de RLUSD también podría estar relacionado con el rendimiento de las altas tasas de interés de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, activos que respaldarán a la stablecoin. Si la moneda de Ripple alcanza los 1.000 millones de dólares, eso representaría un rendimiento anual de más de 42 millones de dólares.
En cuanto a los desafíos, Ripple ha mencionado que las stablecoins enfrentan riesgos como la ambigüedad regulatoria, la dependencia de garantías y las preocupaciones de seguridad. Sin embargo, la empresa cree que abordar estas cuestiones críticas permitirá aprovechar al máximo el potencial de las stablecoins y remodelar el mundo financiero.
En última instancia, Ripple planea utilizar tanto RLUSD como XRP en su solución de pagos transfronterizos, combinando la estabilidad de RLUSD con la velocidad y eficiencia de XRP. La empresa también tiene planes a largo plazo de llevar RLUSD al sector de las finanzas descentralizadas DeFi, permitiendo a los usuarios acceder a una amplia gama de servicios financieros en ese sector.