Luego de su regreso como entrenador de River, Marcelo Gallardo se mostró realista tras la primera victoria en el segundo ciclo frente a Talleres. No soy mago, afirmó el técnico, reconociendo que aún no ha logrado una transformación completa en el equipo en tan solo unos días de entrenamiento.
A pesar de la expulsión de Lucas Suárez en Talleres, River no pudo aprovechar la superioridad numérica y generar oportunidades claras de gol en la segunda mitad del partido. El único gol del partido llegó gracias a un cabezazo de Paulo Díaz en un tiro de esquina, con un toque de suerte involuntario con el hombro.
Gallardo reconoció que el equipo aún necesita mejorar en la fluidez del juego y rescató el espíritu de equipo demostrado por sus jugadores. Sin embargo, admitió que le costó a River elaborar y cambiar el ritmo del juego en el medio campo, especialmente con la salida temprana de los jóvenes talentos Claudio Echeverri y Franco Mastantuono en el minuto 56.
A pesar de la falta de precisión en el ataque, River mostró una mayor solidez defensiva en comparación con el equipo de Martín Demichelis. La dupla central formada por Paulo Díaz y Germán Pezzella, quien recientemente regresó al club, mostró una sólida actuación en la defensa.
Mientras tanto, el delantero colombiano Miguel Borja aún se está recuperando de una lesión, por lo que Gallardo optó por jugar con un solo delantero real, Adam Bareiro, quien no recibió suficiente apoyo de sus compañeros de equipo en el ataque.
A pesar de algunos errores en la defensa y la falta de precisión en el ataque, la victoria de River tiene un gran valor, ya que les permite dar un importante paso adelante en la serie de octavos de final. Ahora, el equipo deberá asegurar su victoria en la revancha en el Monumental el próximo miércoles.