En la región campesina de Tame, en Arauca, y Cubará, en Boyacá, cuatro labriegos han sido retenidos por grupos armados organizados que operan en la región del piedemonte llanero, específicamente, el ELN y las disidencias de las FARC. La primera de estas incidencias se reportó en la vereda Canoas de Tame, donde Dulvis Abel Tineo, de 54 años; Rafael Francisco Peña Quirife, de 56 años, y Franklin Jhonklei Peña Camuan, de 24 años, fueron secuestrados a la fuerza por hombres armados.
Paralelamente, se conoció el secuestro de Luis Obdulio Ramón, un productor de cacao del municipio de Cubará, Boyacá, en la vereda Fátima. Los hombres armados llegaron a su finca, intimidaron a los residentes y se llevaron al líder cacaotero de la zona.
Se sabe que los campesinos están afiliados a la Junta de Acción Comunal de la vereda Siberia, en la zona rural de Tame, y estaban trabajando en una finca de la vereda Las Canoas cuando fueron sacados del lugar por varios hombres armados y desconocido su paradero actual.
La Asociación de Cacaoteros, la Asociación de Agricultores de Cubará y la Junta de Acción Comunal de la vereda Fátima emitieron una nota de protesta en la que reportaron el secuestro de Luis Obdulio Ramón. El día 12 de agosto de 2024, aproximadamente a las 5:00 p.m., hombres armados llegaron a su finca y se lo llevaron con rumbo desconocido. Hasta el momento se desconoce el paradero de este ciudadano de Cubará, integrante de la Asociación de Cacaoteros y de la Asociación de Agricultores del municipio, y miembro de la Junta de Acción Comunal de Fátima.
La comunidad de Cubará, conocida por ser un pueblo de personas trabajadoras y alegres, exige que se respete la vida de Luis Obdulio Ramón y se garantice su pronta liberación para que regrese sano y salvo a su familia y comunidad. Desafortunadamente, en la zona han estado librando combates durante varios días las guerrillas del ELN y las disidencias de las FARC.
La noticia original no proporciona más detalles sobre el estado de los rehenes o las acciones emprendidas por las autoridades para su liberación. Es importante mencionar que el secuestro es un delito atroz y una violación grave a los derechos humanos, y se debe hacer todo lo posible para garantizar la seguridad e integridad de las personas afectadas.