Tras un largo periodo de silencio, la exconsejera presidencial, Sandra Ortiz, finalmente ha roto su silencio y se ha pronunciado sobre el escándalo que ha sacudido su vida. Acompañada de su abogado, Pedro Enrique Aguilar, Ortiz se mostró visiblemente afectada y preocupada por su seguridad y la de sus hijas.
Al llegar a la Fiscalía para dar su versión sobre el caso del saqueo a la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres UNGRD, la exconsejera se dirigió a los periodistas que la esperaban y les recriminó su actuación en el escándalo nacional que la obligó a dejar su cargo en el gobierno. Con la voz entrecortada, Ortiz declaró: Soy una mujer sincera y he llegado donde he llegado gracias a mi sinceridad... Les pido a cada uno de ustedes que tengan en cuenta las noticias de los últimos días y cómo mi vida y la de mis hijas están en peligro.
Sin embargo, la exconsejera no se refería únicamente al caso de la UNGRD, sino también a las especulaciones que han surgido en torno a su supuesta relación sentimental con Juan Sebastián Aguilar, conocido como Pedro Pechuga, un esmeraldero boyacense y zar de la seguridad privada. Pechuga fue asesinado la semana pasada por un francotirador en un exclusivo sector de Bogotá, lo que ha llevado a Ortiz a desmentir las acusaciones infundadas que la relacionan con el crimen.
En concreto, la exconsejera ha tenido que negar que estuviera en la casa de Pechuga en el momento del atentado, que estuviera viviendo con él y que el asesinato del empresario tuviera algo que ver con el escándalo en la UNGRD. Por este motivo, Ortiz se enfrentó a los periodistas y exigió respeto por su situación personal y la de sus hijas.
En definitiva, Sandra Ortiz ha decidido hablar por primera vez sobre el escándalo que ha sacudido su vida y ha pedido respeto y consideración por su seguridad y la de sus hijas. A pesar de las dificultades, la exconsejera ha dejado claro que seguirá luchando por su integridad y la de su familia.