La autoridad electoral de Venezuela ha declarado que el polémico documento en cuestión está repleto de engañosos e inverosímiles argumentos, que pueden ser fácilmente refutados. En otras palabras, el organismo encargado de supervisar los procesos electorales en el país ha desacreditado el supuesto documento por su contenido falaz y poco convincente.
Es lamentable que sigan circulando este tipo de materiales engañosos que solo buscan confundir a la opinión pública y sembrar dudas sobre la integridad de las instituciones democráticas. Resulta fundamental estar alerta y no dar crédito a este tipo de información sin verificar su fuente y contrastarla con hechos comprobables. La desinformación puede ser tan peligrosa como la falta de transparencia en los procesos electorales.