La serie de videojuegos Borderlands ha sido reconocida por su acción vertiginosa, su estética llamativa y su mundo repleto de personajes extraños y carismáticos. Sin embargo, la película dirigida por Eli Roth, que adapta esta famosa saga, se queda corta en muchos aspectos y resulta ser una decepción para los fans y los críticos.
El mayor problema de la película es la falta de acción emocionante y entretenida, lo que es una falla imperdonable para un juego que se basa en eso. Además, la película se siente como una copia sin vida de los juegos, sin ninguna gota de creatividad o innovación.
El elenco también es un punto débil en la película, ya que desperdicia el talento de actores como Cate Blanchett y Jamie Lee Curtis, quienes están claramente fuera de lugar y sobreactuando. El personaje de Tina, interpretado por Ariana Greenblatt, es particularmente irritante y carece de profundidad.
La historia es confusa y desorganizada, sin un hilo conductor claro y con una falta de talento creativo evidente. La narrativa es torpe y se vuelve tediosa rápidamente, sin ningún elemento que justifique lo que está en juego.
El guión es una aberración y el resultado final es un completo fracaso creativo. La adaptación de Borderlands carece de la vibra colorida y única de los juegos y Eli Roth no logra capturar ningún aspecto importante de la saga.
En resumen, la película de Borderlands es una decepción en todos los aspectos, con una acción deficiente, un elenco mal dirigido, una historia confusa y un guión terrible. Es una pena que una saga de videojuegos tan querida haya sido adaptada de una manera tan decepcionante.