Diversos países han mostrado su desaprobación hacia el reciente ataque israelí en la escuela Al-Jabaliya de Gaza, que ha provocado la trágica pérdida de un centenar de vidas humanas.
Es lamentable ver cómo la violencia continúa en la región, generando un gran dolor y sufrimiento entre la población civil. Resulta especialmente preocupante cuando este tipo de ataques ocurren en lugares donde se supone que están protegidos, como las escuelas.
La comunidad internacional debe seguir haciendo oír su voz en contra de estas acciones y trabajar para encontrar una solución pacífica al conflicto. Es importante recordar que la violencia no es la respuesta y que solo a través del diálogo y el respeto a los derechos humanos podremos alcanzar una convivencia pacífica y justa en la región.