Un trágico accidente aéreo tuvo lugar este viernes en el municipio brasileño de Vinhedo, en el estado de São Paulo, cuando un avión de la aerolínea Voepass se estrelló en una zona residencial, causando la muerte de las 61 personas a bordo. El avión, un bimotor ATR-72-500, realizaba la ruta entre Cascavel y São Paulo y se precipitó a tierra a las 13:25 hora local 16:25 GMT, a solo 80 kilómetros de su destino, el aeropuerto de Guarulhos.
El aparato cayó en vertical, girando sobre sí mismo, hasta impactar en una zona de vegetación dentro de una urbanización residencial, cerca de una vivienda. Aunque el lugar del siniestro se encuentra en un condominio de alto nivel económico llamado Recanto Florido, no se registraron víctimas en tierra.
Las autoridades brasileñas informaron que el avión transportaba a 57 pasajeros y 4 tripulantes, aunque inicialmente se había comunicado que viajaban 62 personas. El director de la Agencia Nacional de Aviación Civil ANAC, Luiz Ricardo de Souza, confirmó la cifra de 61 fallecidos durante una rueda de prensa en Brasilia.
El coronel Cássio de Araújo de Freitas, de la Policía Militarizada de São Paulo, aseguró que no hubo víctimas en tierra, ya que el avión cayó en una zona vacía dentro del condominio. Los bomberos sofocaron rápidamente el incendio provocado por el choque, pero continuaron trabajando en el enfriamiento del fuselaje horas después del accidente.
El Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos Cenipa y la Policía Federal han iniciado sendas investigaciones para determinar las causas del siniestro. Los investigadores ya han recuperado las cajas negras del aparato, según informó el Cenipa.
El accidente aéreo más reciente con un saldo similar en Brasil ocurrió en 2007, cuando un vuelo de la aerolínea TAM se estrelló contra un almacén al salirse de la pista en el aeropuerto de Congonhas de São Paulo, dejando 199 muertos. En 2009, un vuelo que cubría la ruta Río de Janeiro-París se desplomó en el océano Atlántico, causando la muerte de sus 216 ocupantes.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, lamentó el accidente y pidió un minuto de silencio en homenaje a las víctimas durante un evento en Itajai, en el estado de Santa Catarina.