Tras la difusión de los resultados preliminares de la autopsia de Rocío Fernández, la mujer de 27 años hallada sin vida dentro de un refrigerador en una vivienda de Mar del Plata, se han dado a conocer nuevos detalles de la investigación liderada por el fiscal Fernando Berlingeri. Uno de los aspectos más interesantes de la investigación es la última frase que Rocío le dijo al taxista que la llevó a la casa del principal sospechoso, Juan Carlos Galarregui, de 56 años, el sábado por la mañana.
Según la reconstrucción de los hechos que está llevando a cabo la justicia, Rocío abandonó su hogar a la 0:30 de la madrugada del sábado para dirigirse a la casa de un amigo. Nueve horas más tarde, la joven llegó en taxi a la vivienda de la calle Grecia al 1000, en el barrio 9 de Julio, donde fue encontrada muerta el miércoles al mediodía. Los investigadores han identificado al taxista que la trasladó hasta el lugar y lo han convocado para declarar en el marco de la causa, ya que podría ser una de las últimas personas que vio a Rocío con vida.
Rocío Fernández tenía 27 años. Según La Capital de Mar del Plata, Rocío le dijo al conductor antes de entrar a la casa: Espere que ahora sale mi tío y le paga. El testigo declaró que recibió el dinero de un hombre que sería Galarregui, el propietario de la casa y el único detenido por el asesinato de Rocío hasta el momento. Galarregui, de 56 años, fue arrestado en la terminal de Santa Clara del Mar, a 16 kilómetros de Mar del Plata, donde intentó evadir a la policía presentando un documento de identidad falso. Al parecer, su intención era subirse a un autobús para huir.
Galarregui rechazó la indagatoria del fiscal Berlingeri en la tarde de este jueves y fue trasladado a la Unidad Penal N°44 de Batán. Los resultados preliminares de la autopsia revelaron que Rocío fue asesinada entre el domingo y el lunes. Según fuentes de la investigación citadas por el medio local 0223, la joven sufrió un fuerte golpe en la cabeza que le provocó un traumatismo encéfalocraneano y una fractura en el hueso hioides del cuello. Estas dos lesiones fueron las más graves que la llevaron a la muerte. Además, se observaron varios signos de violencia en diferentes partes del cuerpo. Se ha determinado, hasta ahora, que murió entre las 48 y las 72 horas posteriores a su desaparición, aproximadamente el mismo tiempo que llevaba sin vida cuando fue descubierta dentro del refrigerador en una casa del barrio 9 de Julio.