Thierry Henry, leyenda del fútbol francés, se encuentra ante su primera gran oportunidad como entrenador de alto nivel en los Juegos Olímpicos de París. A diferencia de otros entrenadores, Henry no se apresura en su carrera como técnico, sino que prefiere tomarse su tiempo y aprender de los mejores, como Arsène Wenger y Pep Guardiola.
El combinado galo comparte ciertas similitudes con su oponente, España, y jugará en París con la presión de ser el oro más relevante para Francia. Henry, como jugador, fue conocido por su talento innato y clase mundial, y ahora como entrenador, está demostrando que es un estudioso y un perfeccionista.
A diferencia de Xabi Alonso, quien ha destacado por aprender de Mourinho, Guardiola, Ancelotti y Benítez, Henry ha bebido de la fuente de Wenger y Guardiola, quienes le han enseñado a ser protagonista en el campo con el balón en los pies. Henry ha admitido que Pep Guardiola cambió su forma de pensar y de ver el fútbol, y que lamenta no haberlo conocido antes.
Henry no ha tenido mucho éxito como entrenador en el pasado, pero su nombramiento como técnico de la sub-23 ha tenido éxito. Su controvertido nombramiento parece estar dando sus frutos, y su personalidad y aura lo acompañan en su búsqueda por arrebatarle el oro a España. Henry está preparado y quiere demostrar que es un entrenador de talla mundial.