Un calendario tallado en un pilar de piedra en Turquía podría ser la evidencia de una colisión de fragmentos de cometa con la Tierra hace 12.800 años, según un estudio dirigido por Martin Sweatman de la Universidad de Edimburgo. El calendario, ubicado en el antiguo santuario de Gobekli Tepe, registraría el paso de un enjambre de fragmentos de cometa que habría provocado una breve edad de hielo.
La teoría sugiere que el polvo levantado por el impacto habría bloqueado el sol, lo que habría afectado la caza y la recolección, lo que a su vez habría llevado al desarrollo de la agricultura y la civilización en la región de la media luna fértil de la Alta Mesopotamia.
El pilar podría interpretarse como una representación de la lluvia de meteoros Táuridas, que duró 27 días y emanó desde las constelaciones de Acuario y Piscis. Los habitantes de Gobekli Tepe habrían sido agudos observadores del cielo, lo que es lógico dado que su mundo había sido devastado por el impacto de un cometa.
El calendario, que representa los ciclos de la luna y el sol, podría ser el más antiguo del mundo, anterior incluso a otros calendarios conocidos de este tipo. El estudio es discutido, pero si se confirma, podría arrojar luz sobre el inicio de la civilización y el desarrollo de la escritura.