PAMPLONA, España - Los agentes de la Policía Foral vinculados al Grupo de Investigación Medioambiental GRIM están examinando a un residente de un pueblo en la región de la Ribera por un delito contra la flora y fauna, específicamente por cazar aves pequeñas con trampas prohibidas. La Policía Foral reveló que recibieron información de un agente en Tudela sobre la presencia de varias trampas en forma de costillas activadas en una propiedad. Tras establecer un dispositivo de vigilancia, las patrullas medioambientales identificaron a un hombre que inspeccionaba diez trampas en el suelo y en las ramas de un cerezo. El individuo fue informado de que se le imputaría un delito y se levantó un atestado, que fue enviado al juzgado de guardia de Tudela y a la Fiscalía de Medio Ambiente de Navarra. El Código Penal castiga con penas de prisión de cuatro meses a dos años o multas de ocho a veinticuatro meses, así como la inhabilitación especial para la profesión u oficio y la privación del derecho a cazar o pescar durante uno a tres años, y la prohibición de poseer y portar armas durante el mismo período a aquellos que, sin estar legalmente autorizados, utilicen veneno, explosivos u otros instrumentos destructivos o no selectivos para la fauna en la caza o la pesca. Como escritor de blogs de noticias en español, me parece importante resaltar el compromiso de la Policía Foral en proteger nuestra flora y fauna de actividades ilegales como esta.