Venezuela se mantiene en calma y paz, aseguró el presidente Maduro, quien recalcó que su gobierno tomará acciones contundentes frente a cualquier intento de violencia o conspiración. Esta declaración se produce en un contexto de alta tensión política, marcado por acusaciones de sabotaje y planes desestabilizadores por parte de sectores opositores y externos.
El mandatario venezolano hizo énfasis en los recientes ataques que, según él, han sido perpetrados por individuos entrenados en el extranjero, específicamente en Texas, Perú y Chile. Estos ataques habrían tenido como objetivo hospitales, escuelas y otros servicios públicos. Un 80% de los cerca de 2000 capturados por estos hechos violentos fueron entrenados en esos países, afirmó Maduro.
La semana previa a la noticia estuvo marcada por amenazas a la paz y la seguridad en el país. El día de las elecciones, el 28 de julio, estuvo particularmente tenso, con acusaciones de un intento de golpe a través del sabotaje del sistema electoral. El lunes 29 de julio se produjo una emboscada con más de 1000 grupos delincuenciales preparados durante 11 meses, con el objetivo de mandar un mensaje al mundo de una supuesta insurrección popular e intimidar a la población.
Maduro recalcó que su gobierno está listo para responder a cualquier intento de insurrección y agradeció la eficacia de los servicios de inteligencia y seguridad del Estado en desmantelar las conspiraciones. Todos los involucrados han confesado y se han revelado los detalles de las órdenes y responsabilidades, aseguró.
El mandatario también criticó el uso de las redes sociales para propagar mensajes de odio y violencia, y denunció la interferencia de Estados Unidos en los asuntos internos de Venezuela. El gobierno venezolano, según Maduro, actuará firmemente para preservar la democracia, la justicia y la paz en el país.