El pasado lunes, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, hizo un llamado al diálogo en Venezuela durante una visita de Estado a Chile. Esto ocurrió después de la polémica reelección de Nicolás Maduro, cuestionada por la oposición y otros gobiernos por supuestamente ser fraudulenta. Lula, quien se reunió con el presidente chileno Gabriel Boric en el palacio de gobierno en Santiago, subrayó la importancia del respeto a la soberanía popular y la transparencia en las elecciones.
El mandatario brasileño se refirió a la crisis poselectoral en Venezuela y destacó los esfuerzos de Brasil, México y Colombia para promover la democracia en el país. Lula y Boric, aunque de ideologías similares, han asumido posiciones divergentes sobre las elecciones en Venezuela. Mientras Lula instó a la publicación de las actas electorales, Boric ha sido uno de los mandatarios de izquierda más críticos con la transparencia de los comicios.
El presidente chileno, quien ha cuestionado en varias ocasiones la transparencia de las elecciones en Venezuela, se abstuvo de referirse a la reelección de Maduro durante la conferencia de prensa que mantuvo junto a Lula. Sin embargo, el día anterior había expresado su escepticismo sobre los resultados electorales y exigido transparencia.
El Consejo Nacional Electoral venezolano proclamó a Maduro como presidente reelecto con el 52% de los votos frente al 43% del candidato opositor Edmundo González Urrutia. La oposición, sin embargo, denunció fraude y asegura tener pruebas de un triunfo de González. El CNE no ha publicado el detalle del resultado de la elección del 28 de julio, lo que ha generado aún más suspicacias sobre la transparencia del proceso electoral.
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