José Pizarro, también conocido como Pepe Yeruba, fue uno de los rostros más destacados del programa Sábados Gigantes en la década de los 80, antes de que se internacionalizara y cuando aún se producía en Chile. Pepe trabajó como coanimador de Don Francisco durante 12 años, ganándose el cariño del público. Sin embargo, en 1991, fue despedido del programa, lo que marcó el final de una etapa exitosa en su carrera.
Nacido el 23 de noviembre de 1945, Pepe inició su carrera en la radio antes de dar el salto a la televisión y al espacio que lo llevó al éxito. Desde pequeño, mostró interés por el mundo radial, y tras salir del colegio, viajó a Venezuela con un amigo, aunque fueron expulsados y regresaron a Chile, específicamente a Arica. Fue allí donde comenzó su trayectoria en el mundo de las comunicaciones, trabajando como locutor en Radio El Morro y Radio Minería. Incluso, fue elegido Revelación Radial en 1977.
Pepe conoció a Don Francisco en un evento universitario y fue invitado a sumarse a Sábados Gigantes en 1979. Durante 12 años, acompañó al animador en el exitoso programa, llegando a ser su mano derecha y alcanzando la fama. Sin embargo, en 1991, fue despedido del programa, lo que supuso un duro golpe para su carrera. Pepe atribuyó su éxito en el programa a la buena dupla que hacía con Don Francisco y aseguró que una de las claves de su éxito fue la sinergia que existía entre ellos.
Sobre los motivos de su despido, Pepe afirmó que se debió a su participación en la grabación de una película picaresca, aunque negó haber aparecido en ella. Según él, solo figuró en los créditos, y la decisión de despedirlo se tomó por caprichos personales del señor Kreutzberger. Tras su salida del programa, Pepe continuó trabajando en la televisión y la radio, e incluso incursionó en la política, postulándose al cargo de concejal.
En 2012, Pepe fue uno de los grandes ausentes en la celebración de las cinco décadas del exitoso programa. Según él, la decisión de no invitarlo se debió a la demanda de paternidad que había enfrentado Don Francisco. A pesar de ello, Pepe aseguró que no le importaba y que no le preocupaba no haber sido invitado.
En 2014, Pepe reveló que sufría de una neuropatía diabética, una enfermedad que le causaba dolores intensos y que le había afectado su movilidad. A pesar de ello, Pepe se mostró optimista y aseguró que no se rendiría fácilmente. En 2016, Pepe falleció tras una descompensación derivada de su lucha contra la neuropatía diabética. Tenía 71 años. Su muerte fue confirmada por Don Francisco, quien lo despidió a través de sus redes sociales.