De acuerdo con sus declaraciones, el gobierno israelí ha autorizado el envío de asistencia humanitaria al territorio palestino embotellado únicamente porque no existe otra opción.
Es indudable que la situación en el enclave palestino es crítica y requiere de una intervención inmediata para aliviar el sufrimiento de su población. Sin embargo, resulta preocupante que Israel haya permitido esta acción solo como un último recurso, en lugar de hacerlo como una muestra de solidaridad y compromiso con la causa palestina.
La entrega de ayuda humanitaria debe ser un gesto de buena voluntad y no una medida forzada. Esperamos que Israel reconsidere su postura y adopte una actitud más cooperativa y solidaria hacia los palestinos. La paz y la estabilidad en la región dependen de ello.