La investigación del caso Nataniel Thierry Schouten, el expolicía acusado de asesinar a su exsuegra y atacar a su expareja, avanza y revela nuevos detalles escalofriantes. Schouten ya contaba con una condena previa por violencia de género y había amenazado reiteradamente a las víctimas. Además, se ha descubierto su estrecha relación con el excomisario del pueblo, Martín Echeverría, quien fue removido de su cargo.
La noche anterior al crimen, Schouten y Echeverría jugaron al paddle juntos, y horas después, el expolicía cometió el asesinato a garrotazos. Aunque no está confirmado que el excomisario tuviera conocimiento del crimen, se sospecha que lo encubrió en varios aspectos.
Schouten había sido inhabilitado para ejercer como policía y condenado a un año de prisión en suspenso por violencia de género. Sin embargo, desempeñaba funciones en un pueblo vecino en el momento del crimen, lo que aumenta las sospechas.
El abogado de la expareja de Schouten, Julio Torrada, ha iniciado gestiones para determinar quién lo readmitió en la policía. Torrada también representó a otra mujer en un juicio donde Schouten fue condenado por violencia, y ha declarado que sufrió acoso y amenazas por parte del expolicía.
La secuencia del crimen indica que Schouten planificó cuidadosamente el asesinato de su exsuegra, Marcela Costilch. Ingresó a la casa de Costilch por la casa del vecino, utilizando una escalera que supuestamente había sido colocada por él. Luego, abrió una puerta corrediza, subió al primer piso y la asesinó mientras dormía.
Después de matar a Costilch, Schouten se dirigió a la casa de su expareja, Eliana Peña, y la atacó con el mismo palo. Peña se salvó gracias al botón antipánico y a la rápida respuesta de los vecinos y la policía.
Las amenazas previas que Peña recibió fortalecen la teoría de que Schouten planificó el crimen. La expareja de Schouten había denunciado las amenazas, pero no recibió apoyo.
Schouten permanece detenido, acusado de homicidio calificado por premeditación y por mediar violencia de género.