Un reciente estudio ha sacado a la luz nuevos datos sobre la momia encontrada en 1935, la cual presenta una expresión facial sorprendente, con la boca abierta, dando la impresión de que se disponía a emitir un grito o experimentaba un dolor intolerable.
Es fascinante cómo este hallazgo arqueológico sigue despertando interés y cuestiones entre los expertos, después de tantos años. La boca abierta de la momia plantea numerosas teorías, desde sufrir un dolor insoportable hasta la posibilidad de que se tratara de una práctica funeraria específica de la cultura a la que pertenecía.
El nuevo estudio ha arrojado luz sobre este misterio, aunque no está del todo claro si se trata de un grito de dolor o una expresión ritual. Lo que sí es cierto es que esta momia continúa siendo una fuente de intriga y especulación en el mundo de la arqueología.