La organización sin fines de lucro con sede en Estados Unidos, Centro Carter, ha experimentado un cambio en su percepción por parte del chavismo, pasando de ser considerado un ente respetable en procesos electorales internacionales a ser visto como un instrumento imperial y hostil hacia Venezuela. El Centro Carter, conocido por su seriedad y prestigio en tareas electorales y promoción de la democracia, había recibido elogios previos del presidente del Consejo Nacional Electoral, Elvis Amoroso, y del ministro de Defensa, Vladimir Padrino. Sin embargo, la publicación de un informe en el que se concluye que los resultados de las elecciones venezolanas no cumplen con los estándares internacionales de integridad electoral ha llevado a una ruptura en las relaciones.
El Centro Carter, que anteriormente había sido elogiado por el fallecido presidente Hugo Chávez y presentado como uno de los principales veedores internacionales del chavismo en procesos electorales, ha sido acusado de ser un títere del gobierno de Estados Unidos por el actual presidente, Nicolás Maduro. La publicación del informe, en el que se detallan graves irregularidades en el proceso electoral, ha llevado a Maduro a cuestionar la integridad del organismo y a comparar su situación con denuncias de fraude en las elecciones de Estados Unidos y México.
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