La organización sin fines de lucro con sede en Estados Unidos, Centro Carter, ha experimentado un cambio drástico en su percepción por parte del chavismo, pasando de ser considerado un ente respetable a un instrumento imperial y hostil hacia Venezuela. El Centro Carter, conocido por su trayectoria en la supervisión de procesos electorales internacionales, ha sido previamente elogiado por el presidente del Consejo Nacional Electoral, Elvis Amoroso, y el ministro de Defensa, Vladimir Padrino.
Sin embargo, la publicación de un informe en el que se concluye que los resultados de las elecciones venezolanas son cuestionables ha llevado a una ruptura en las relaciones. El Centro Carter declaró que las elecciones presidenciales de Venezuela en 2024 no cumplieron con los estándares y parámetros internacionales de integridad electoral, y no pueden ser consideradas democráticas.
El informe, elaborado después de que los miembros del Centro Carter abandonaran Venezuela tras el proceso electoral, detalla graves irregularidades, como dificultades excesivas para votar en el extranjero y falta de transparencia en los resultados anunciados por el presidente del CNE, Elvis Amoroso. A pesar de que la oposición cuenta con actas que otorgan una victoria aplastante al candidato Edmundo González Urrutia con alrededor del 70% de los votos, el CNE proclamó a Maduro como ganador.
El Centro Carter, que anteriormente había sido elogiado por Hugo Chávez y presentado como uno de los principales veedores internacionales del chavismo en procesos electorales, ahora es visto como un organismo controlado por el gobierno de Estados Unidos por parte de Maduro. El presidente venezolano cuestionó la integridad del Centro Carter y comparó su situación con las denuncias de fraude en las elecciones de Estados Unidos y México.
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