Tras la amenaza de la comunidad indígena Uwa de cerrar el Parque Natural Nacional El Cocuy para presionar al gobierno nacional, el pasado 25 de julio el gobernador de Boyacá mostró su descontento, lo que generó una fuerte respuesta por parte del pueblo Uwa en un comunicado de siete párrafos. En el documento, los indígenas justifican su decisión de cerrar el parque y critican al gobernador Carlos Amaya por recordar las inversiones y apoyo que el gobierno departamental ha brindado a su región.
El pronunciamiento del gobernador ha causado indignación entre un sector de los Uwa, quienes exigen una disculpa pública. Sin embargo, el problema no se reduce a las palabras del gobernador, sino a los comportamientos de algunos integrantes del resguardo indígena que han generado malestar en municipios como Güicán y El Cocuy.
Un concejal y un exalcalde de Güicán han expresado su preocupación por los excesos y abusos cometidos por algunos indígenas, y han advertido que la situación podría complicarse si la comunidad sigue insistiendo en impedir el ingreso al parque. Un guía turístico de El Cocuy ha instado a los Uwa a reevaluar sus formas de hacer presión y su discurso, y a respetar las normas mínimas de convivencia.
Los habitantes de la región también han mostrado su rechazo al anuncio del nuevo cierre del parque, que ha causado estragos en la economía de toda la región norte de Boyacá. Además, han cuestionado la distribución de los recursos entregados por el Estado a la comunidad indígena y han denunciado los incendios forestales causados por la misma comunidad.
Es necesario que la comunidad indígena y el gobierno departamental establezcan un diálogo constructivo y respetuoso para resolver las diferencias y garantizar la convivencia pacífica en la región. Los excesos y abusos de algunos integrantes del resguardo indígena deben ser abordados y sancionados, y se debe promover el respeto y la colaboración entre todas las comunidades que habitan la región.