La falta de comunicación con Boyacá y el centro del país, debido al deterioro de las carreteras, se ve agravada por las intensas lluvias que están afectando a Casanare y a las familias campesinas. Un deslizamiento de tierra en la vía a Recetor ha bloqueado el camino hacia Chámeza y los municipios boyacenses de Páez y Miraflores.
Las fuertes lluvias en el piedemonte de Casanare están causando problemas en los sistemas de abastecimiento de agua, especialmente en las plantas de potabilización de Yopal y Aguazul, que están recibiendo agua con altos niveles de turbidez, lo que dificulta su tratamiento y distribución.
Además, se están reportando emergencias en todas las carreteras terrestres de la región, así como inundaciones en instituciones educativas y otras zonas vulnerables. Los organismos de socorro y rescate están trabajando sin descanso para atender todas las emergencias, mientras se mantiene una vigilancia constante por el aumento en el nivel de los ríos.
En el norte de Casanare, los bomberos han tenido que rescatar a varias personas en situación de peligro, incluyendo a niños en la vereda La Barranca, y se han reportado inundaciones en varias veredas ribereñas del río Casanare, en la frontera con Arauca.
En la vía a Recetor, un deslizamiento de lodo y rocas en los sitios El Vegón y Piaguta ha bloqueado el paso hacia Chámeza y los municipios boyacenses de Páez y Miraflores. También se están reportando emergencias por inundaciones en Trinidad, San Luis de Palenque y Pore, entre otros municipios.
Esta situación está causando un gran impacto económico en la región y se requiere de una acción inmediata para garantizar la seguridad y el bienestar de las personas afectadas.