La Fiscalía se prepara para presentar diversas escuchas telefónicas como evidencia en contra de los cuatro sospechosos del asesinato de Carabineros ocurrido en Cañete. Se informa que una de las grabaciones involucra al presunto líder del grupo, Tomás Antihuén Santi, de 22 años, quien se encuentra actualmente en fuga. Las autoridades buscan intensamente a Antihuén Santi, junto a sus dos hermanos y un amigo, para ser imputados como autores y cabecillas del crimen que conmocionó al país en abril pasado.
Se ha filtrado información que indica que una declaración y una interceptación telefónica serán clave para demostrar no solo su participación en el delito, sino también su peligrosidad, ya que se habrían registrado amenazas de muerte contra personas cercanas.
Inicialmente, su tío declaró haber recibido amenazas de muerte por parte de Tomás, luego de rechazar su invitación a atacar a los Carabineros que verificarían su arresto domiciliario en Antiquina. El testigo afirmó que el plan se venía gestando desde hace al menos tres meses y que se le preguntaba sobre los uniformados. Al negarse a participar, Antihuén Santi habría puesto una escopeta en el pecho de su tío y lo habría amenazado de muerte a él y a su familia.
Además, la Fiscalía cuenta con otra evidencia similar, una interceptación de una llamada entre Tomás y la madre de su hija. En la conversación, se escucha a Antihuén Santi admitir que se siente perseguido y profiriendo una fuerte amenaza contra la mujer. La llamada tuvo lugar en mayo, varios días después del ataque mortal, y en ella, él le dice a la mujer que no puede estar en ningún lugar y sugiere que iría a Santiago. La mujer le advirtió que allí también sería capturado, a lo que él respondió con enojo. En otro intercambio, Antihuén Santi le recriminó a la mujer por haber presentado una denuncia en su contra y le aclaró que no quería matarla a ella, sino a su padre y al hombre con quien ella andaba.
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