Clave testigo y teoría de trata: investigación avanza sobre desaparición juvenil en Neuquén

La búsqueda de Luciana Muñoz Aguerre continúa en la provincia de Neuquén, sin rastro de la joven de 20 años tras 17 días de su desaparición. El gobierno provincial ha elevado la recompensa a $10 millones para quienes aporten información precisa sobre su ubicación. A pesar del hermetismo en torno al caso y el silencio de las autoridades, la policía ha llevado a cabo una serie de operativos intensivos en los últimos días, incluidos rastrillajes, búsquedas en el río Limay, sobrevuelos en helicóptero y allanamientos en varias zonas.

Luciana salió de su casa el 13 de julio para visitar a un amigo llamado Isaías, pero nunca regresó. Su madre presentó la denuncia después de 72 horas, ya que la joven solía irse por uno o dos días, pero siempre regresaba. La policía ha analizado más de 700 horas de grabaciones de cámaras de seguridad y solo una ha capturado una imagen de Luciana, con el pelo rapado y vestida diferente a como la describen sus familiares.

La investigación se ha vuelto más compleja debido a la falta de pruebas concretas y a la recepción de decenas de llamadas con información falsa. El caso fue trasladado al fiscal Andrés Aznar, quien ha llamado a declarar a un testigo clave: un conductor de remis que habría llevado a Luciana desde la casa del chico hasta Los Hornitos. Una de las hipótesis que se manejan es que Luciana pudo haber sido víctima de una red de trata para la explotación sexual, ya que varios testigos afirman que la joven se dedicaba a la prostitución y consumía drogas.

La carátula de la causa sigue siendo averiguación de paradero, ya que no se ha descartado ninguna teoría, incluyendo la posibilidad de que Luciana haya sido víctima de un ajuste de cuentas. La familia y amigos de Luciana siguen buscándola y piden a la comunidad que cualquier persona con información sobre su paradero se comunique al 911 o en la comisaría N°18 de Neuquén llamando al 4460291. Luciana Muñoz Aguerre mide 1.50 metros, es de tez trigueña, delgada, tiene ojos marrones y cabello rubio. El día que desapareció, vestía una chomba de color negro, jean nevados y zapatillas negras.