La violencia sin precedentes que se está experimentando en la entidad ha afectado a todos los sectores de la sociedad, incluidos los niños y niñas, quienes han perdido la vida trágicamente en recientes eventos violentos. El pasado 18 de julio, dos personas, entre ellas un padre de familia y su bebé de tres años, perdieron la vida en una balacera en la colonia Sierra Ventana.
Un día después, una niña de 11 años fue reportada como desaparecida, pero lamentablemente se confirmó que fue secuestrada y asesinada. En mayo de 2023, un menor de 14 años sin involucramiento en actividades ilícitas, fue víctima de un ataque en la colonia Las Estancias, Apodaca, cuando un presunto delincuente lo utilizó como escudo humano durante un enfrentamiento.
En noviembre, un niño de ocho años y su padre fueron asesinados a balazos en el municipio de Guadalupe, mientras que su madre resultó herida. Poco después, un menor de 15 años y su padre fueron atacados en su domicilio en la colonia Valle de las Sabinas, Guadalupe.
Recientemente, un enfrentamiento en Apodaca dejó como saldo cinco jóvenes heridos y la muerte de un menor de 14 años, quien fue localizado a pocos metros del lugar con un impacto de bala. Además, una niña de siete años y su padre resultaron heridos en un tiroteo en la avenida Alfonso Reyes, en San Pedro Garza García.
Desafortunadamente, el mes de julio del 2024 ha registrado un número récord de homicidios en Nuevo León en los últimos 13 años. La situación es alarmante y requiere acciones inmediatas para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos, especialmente de los niños y niñas más vulnerables.
Además, recientemente se localizó una manta de un grupo delictivo en un parque de Monterrey, lo que ha causado preocupación y alarma entre los vecinos de la zona. Las autoridades deben tomar medidas contundentes para garantizar la seguridad de los ciudadanos y poner fin a la ola de violencia que se vive en la entidad.