La persecución de la primera banda de delincuentes motorizados de la historia, conocida como La Banda Bonnot o The Auto Bandits, tuvo lugar en París en 1911. La policía se enfrentó a una carrera contrarreloj para darle captura a estos ladrones de bancos que huían en automóvil, un medio de transporte poco común en ese entonces.
Jules Joseph Bonnot, el líder de la banda, nació en una familia pobre en Pont-de-Roide-Vermondans, cerca de la frontera con Suiza. Después de ser expulsado de Suiza por actividades subversivas, se estableció en Lyon y trabajó en un garaje, donde adquirió conocimientos sobre mecánica y armas de fuego. Posteriormente, se casó y tuvo dos hijos, pero la muerte de su pequeña hija y la represión de las autoridades suizas lo llevaron a regresar a la agitación política.
Bonnot se unió a grupos anarquistas y participó en huelgas y atentados. Después de un altercado con el dueño de un garaje en Lyon, donde trabajaba como mecánico, huyó con su familia a Saint-Étienne. Sin embargo, su esposa lo abandonó y se llevó a su hijo con ella, lo que llevó a Bonnot a sumergirse en la clandestinidad y a dedicarse a la acción política y los delitos con fines de lucro.
Junto con el italiano Giuseppe Platano, organizó una banda de falsificadores de dinero y se especializó en el robo de bancos y la apertura de cajas fuertes. La banda se hizo conocida por su uso innovador del automóvil para escapar rápidamente de los lugares de los robos.
Después de cuatro años de robos de poca monta, Bonnot escapó a Londres, donde trabajó como chofer de Sir Arthur Conan Doyle. Sin embargo, fue despedido poco tiempo después y regresó a Francia, donde se reunió con sus viejos amigos anarquistas en París.
La banda de Bonnot se especializó en robos a bancos y proclamaba que su objetivo era golpear a los burgueses donde más les dolía, es decir, en los lugares donde guardaban su dinero. La policía tuvo dificultades para perseguir a los ladrones en automóvil y la superioridad tecnológica de los ladrones los hacía invencibles y esquivos.
Después de un tiroteo con la policía en el que resultó herido, Bonnot se refugió en una casa en Ivry-sur-Seine, donde mató al subjefe de la Sureté, Louis Jouin. La policía rodeó el lugar y comenzó un asedio que duró tres días y se saldó con la muerte de Bonnot.
La muerte de Bonnot marcó el final de la Banda Bonnot, aunque dos de sus miembros, Octave Garnier y René Valet, seguían prófugos. Fueron localizados en un chalet de Nogent-sur-Marne y murieron en un tiroteo con la policía. Los demás integrantes de la banda fueron arrestados y condenados a diversas penas de prisión y trabajos forzados.