Un estudio reciente sugiere que el estrés de los humanos podría llegar a influir en el bienestar de sus perros, incluso cuando están separados físicamente. Los científicos han propuesto que esta transferencia podría ocurrir a través de la inhalación de feromonas relacionadas con el estrés en el aire.
Es fascinante ver cómo la conexión entre humanos y perros puede ser tan profunda que incluso el estado emocional de los primeros pueda afectar a los segundos. Aunque se necesitan más investigaciones para confirmar estos hallazgos, vale la pena considerar cómo nuestras emociones pueden tener un impacto en aquellos que nos rodean, incluidos nuestras mascotas.
Es importante recordar que el bienestar de nuestras mascotas está estrechamente relacionado con el nuestro. Si estamos experimentando altos niveles de estrés, podría ser beneficioso tomar medidas para reducirlo no solo para nuestra salud mental, sino también para la de nuestras mascotas.