El secretario de Seguridad Interna de los Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, anunció con satisfacción la reciente captura de Ismael Zambada García, conocido como El Mayo Zambada, y Joaquín Guzmán López, ambos considerados líderes importantes del cártel de Sinaloa. Estos individuos serán procesados en los Estados Unidos y se enfrentarán a la justicia.
En un comunicado oficial, Mayorkas destacó el compromiso de la Administración Biden Harris en combatir el tráfico de fentanilo, una sustancia que representa una grave amenaza para la seguridad pública en el país. El cártel de Sinaloa ha desempeñado un papel principal en la producción y distribución de este peligroso opioide sintético, causando la muerte a cientos de miles de estadounidenses y arrasando con numerosas comunidades.
El secretario Mayorkas reconoció el arduo trabajo de los agentes de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Interna y del Buró Federal de Investigaciones, así como de otros miembros de la comunidad de autoridades, quienes han dedicado años de esfuerzo y sacrificio personal para desmantelar las operaciones del cártel en todo el mundo.
Zambada García fue arrestado en un aeródromo privado de El Paso, Texas, después de que Joaquín Guzmán López se entregara y delatara su ubicación. Según información de las autoridades estadounidenses, El Mayo desconocía que se encontraba en suelo estadounidense.
La administradora de la Administración para el Control de Drogas DEA de los Estados Unidos, Anne Milgram, también celebró los arrestos de estos dos capos. El Mayo Zambada, uno de los presuntos fundadores y líderes del cártel de Sinaloa, ha sido durante mucho tiempo uno de los fugitivos más buscados por la DEA y será presentado pronto ante un juez en una corte estadounidense.
Por otro lado, Joaquín Guzmán López, señalado como un líder del cártel de Sinaloa y miembro de la célula de gran importancia conocida como Los Chupitos, ha sido acusado de participar en la producción e importación de fentanilo al norte del Río Bravo. En 2017, él y sus hermanos presuntamente tomaron el control del cártel de Sinaloa tras la extradición de El Chapo a los Estados Unidos.
La DEA continuará su lucha contra el tráfico de drogas y perseguirá a los responsables de las muertes innecesarias causadas por el fentanilo. La agencia se compromete a buscar justicia por cada vida estadounidense perdida y a trabajar sin descanso para prevenir más pérdidas y llevar ante la justicia a los culpables.