Andrés Manuel López Obrador, el actual presidente de México, está a punto de concluir su mandato, el cual ha estado marcado por diversos acontecimientos en materia de seguridad. El 1° de diciembre de 2018, López Obrador alcanzó el objetivo más importante de su trayectoria política, convirtiéndose en el presidente de México. Ahora, después de casi cinco años en el cargo, se prepara para dejar el puesto con un sabor agridulce en la boca de la ciudadanía.
Durante su gestión, se han llevado a cabo megaproyectos, se han implementado polémicas reformas, se han realizado consultas ciudadanas y se ha abordado el tema del sector salud, entre otros asuntos. Sin embargo, la seguridad pública sigue siendo una preocupación importante para los mexicanos. A pesar de que el lema de campaña de López Obrador fue Abrazos, no balazos, su administración ha registrado importantes detenciones de líderes de organizaciones criminales.
Uno de los capos más importantes capturados durante su sexenio es Ismael El Mayo Zambada, líder del cártel de Sinaloa. Zambada fue detenido en Texas, Estados Unidos, después de pasar varios años prófugo de la justicia. Se le acusa de ser uno de los principales generadores de violencia en México y Estados Unidos, y se enfrenta a múltiples cargos por delitos relacionados con el narcotráfico y el crimen organizado en Estados Unidos.
Además de Zambada, otras importantes detenciones incluyen a Joaquín Guzmán López, hijo de El Chapo; Ovidio Guzmán, El Ratón, el hijo más famoso de El Chapo; y Antonio Oseguera Cervantes, hermano de El Mencho, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación CJNG. Estas detenciones han representado fuertes golpes para algunas de las organizaciones criminales más poderosas que operan en México.
Sin embargo, a pesar de estas capturas, la seguridad pública sigue siendo un tema pendiente en México. La administración de López Obrador ha sido criticada por no hacer lo suficiente para abordar este problema. Será interesante ver cómo abordará este tema el próximo presidente o presidenta de México.