La secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, Janet Yellen, ha declarado que no hay intención de negociar un acuerdo global sobre tributación progresiva, ya que considera que es difícil de coordinar a nivel mundial. En su lugar, insta a que cada país garantice que su sistema fiscal es justo y progresivo. Por su parte, la secretaria de Asuntos Internacionales del Ministerio de Hacienda de Brasil, Tatiana Rosito, ha restado importancia a las declaraciones de Yellen y ha asegurado que se han logrado los objetivos técnicos de la reunión del G20 en Río de Janeiro.
La propuesta de tasar a las grandes fortunas sigue siendo una de las principales iniciativas de la presidencia brasileña del G20. El ministro de Economía de Brasil, Fernando Haddad, ha defendido este plan esta semana, afirmando que si todos los billonarios del mundo pagaran un impuesto del 2% sobre su riqueza, se podrían recaudar entre 200.000 y 250.000 millones de dólares.
Por otro lado, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva presentó esta semana una alianza global contra el hambre y la pobreza. Yellen ha expresado su satisfacción por la participación de los Estados Unidos en esta iniciativa, aunque no ha proporcionado detalles concretos sobre el compromiso de su país.
En resumen, mientras que la tributación progresiva sigue siendo un tema polémico en la agenda del G20, la lucha contra el hambre y la pobreza ha ganado protagonismo gracias a la iniciativa de Lula da Silva. Sin embargo, aún queda por ver cómo se concretizarán estas propuestas y qué compromisos asumirán los países miembros del G20.