A pesar de los esfuerzos del gobierno de Nicolás Maduro por promocionar una supuesta recuperación económica en Venezuela, la cruda realidad es que el país continúa sumido en una terrible crisis alimentaria que afecta a millones de personas, quienes se debaten entre el hambre y la miseria por la falta de poder adquisitivo.
En este panorama desolador, donde la supervivencia es la principal preocupación de los venezolanos, se llevarán a cabo elecciones presidenciales el 28 de julio. Carolina Leal, una exsimpatizante de Maduro y de su predecesor, Hugo Chávez, ha fundado la organización benéfica Alimentando un sueño, dedicada a proveer alimentos a niños en el estado Zulia, específicamente en Maracaibo.
Leal, de 47 años, expresó a Reuters su cansancio por defender una revolución que observaba cómo la gente moría de hambre. Sin embargo, su labor al frente de la organización ha dado frutos, ya que ha salvado vidas y ha visto brillar los ojos de muchos niños, lo que considera su mayor recompensa.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, Venezuela registra el segundo nivel más alto de hambre en América del Sur, después de Bolivia. Alrededor de 5,1 millones de personas, de un total de 30 millones, no tienen acceso a una alimentación adecuada, según la ONU.
El gobierno de Maduro culpa a las sanciones estadounidenses por las dificultades económicas y la crisis alimentaria que azota al país. No obstante, Maduro, quien lleva en el poder desde 2013, busca obtener un tercer mandato en julio, compitiendo contra el candidato opositor Edmundo González, quien cuenta con el respaldo directo de la líder María Corina Machado.
Mientras tanto, Carolina Leal se mantiene enfocada en su labor altruista y cada semana ofrece 200 almuerzos a niños del barrio Altos de Milagro Norte, en el oeste de Maracaibo. Desde su garaje, reparte sopa, pollo y arroz, cereales y más, brindando así una pequeña esperanza a quienes más lo necesitan.
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