El joven saharaui retenido en el aeropuerto de Loiu, después de días de encierro, recobró la libertad gracias a la denegación de la prórroga de su privación de libertad por parte del Juzgado de Guardia de Bilbao. Sin embargo, Zehar-Errefuxiatuekin advierte que esto no es una victoria definitiva, ya que el joven se encuentra en una situación irregular.
Javier Galparsoro, presidente de Zehar-Errefuxiatuekin, en una rueda de prensa, elogió la valentía, bravura y dignidad del joven, quien solicitó asilo en el puesto fronterizo de Bilbao el 24 de junio y se le denegó la protección internacional. Tras la denegación, su abogado presentó una revisión del caso en el Ministerio del Interior, pero tampoco fue atendida. Por lo que se optó por la vía judicial y se solicitaron medidas cautelarísimas para suspender provisionalmente su deportación.
Sin embargo, el tribunal denegó también esas medidas, lo que Galparsoro calificó de insostenible. El joven, procedente de Marrakech, es estudiante de derecho y un destacado activista saharaui, con documentación de las causas de persecución que invoca. Su familia en Marruecos ha sido advertida de que todo puede terminar mal para todos.
Ante la decisión de la Audiencia Nacional, se activó un Plan B y se solicitó una autorización de entrada en el país por razones humanitarias. La subdelegación del Gobierno en Bizkaia les remitió un email en el que les informaba que el subdelegado no era competente para resolver la cuestión y que la competencia era de la Policía Nacional.
Galparsoro criticó que un email no es una vía de comunicación oficial entre los abogados y la administración y que la respuesta era patente y lamentable. El joven iba a ser devuelto a Marruecos, pero el piloto del avión se negó a que viajara a bordo. Finalmente, se decidió acordar su puesta en libertad y el estudiante de derecho, ya libre, regresó al aeropuerto de Loiu a recoger sus pertenencias.
A pesar de la alegría por la puesta en libertad del joven, Galparsoro advirtió que no es una victoria definitiva, ya que se encuentra en situación irregular y, por lo tanto, si fuera detenido, ello podría derivar en su expulsión. La fiscalía dispone de tres días para presentar un recurso de reforma contra la decisión, aunque Galparsoro cree que no se va a producir.
El presidente de Zehar-Errefuxiatuekin lamentó que hayan tenido que pelear 14 días para que se ejerza un derecho constitucional que se llama protección internacional y criticó a la Oficina de Asilo y Refugio, la Audiencia Nacional y el Ministerio del Interior. Galparsoro cree que el cambio de postura de España sobre el Sahara ha influido en el caso.
Finalmente, Galparsoro felicitó a la comunidad saharaui y se mostró crítico con las autoridades, advirtiendo que hay motivos para estar jubilosos pero con moderación, ya que todo se puede torcer y tienen, al menos, tres planes en caso de que ello sucediera. Tenemos que permanecer en estado de guardia, esto no ha terminado, manifestó.