Han transcurrido casi 10 años desde la inexplicable desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa y, recientemente, se ha dado a conocer que ninguno de los restos analizados por la Fiscalía General de la República FGR en el basurero de Cocula pertenece a los jóvenes desaparecidos.
Durante la reunión entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y los familiares de los normalistas, se informó que la FGR examinó cuidadosamente las 32 cajas que contenían los restos encontrados en el basurero, donde, según la controvertida verdad histórica de la antigua Procuraduría General de la República PGR, habrían sido incinerados los estudiantes.
De los miles de restos analizados, solo 5 resultaron viables para la extracción de ADN mitocondrial. Tras comparar la información genética, se confirmó que ninguno correspondía a los normalistas. Del resto de las pruebas, no se pudo obtener información genética debido a la falta de tejido orgánico aprovechable.
Esta nueva evidencia implica que la FGR ha descartado el análisis de los 114 fragmentos óseos y odontológicos solicitados por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos CNDH en su Recomendación 15VG2018, relacionada con el caso Ayotzinapa.
La CNDH había pedido a la Procuraduría General de la República que, en colaboración con el Instituto de Medicina Legal de la Universidad de Innsbruck, realizara el análisis genético de cada fragmento. Sin embargo, los abogados de los normalistas afirman que la FGR llevó a cabo las pruebas sin la participación de la Universidad de Innsbruck ni del Equipo Argentino de Antropología Forense EAAF.
En el encuentro en Palacio Nacional estuvieron presentes los máximos responsables de seguridad, como los secretarios de la Defensa y de la Marina, el titular del Centro Nacional de Inteligencia, Audomaro Martínez, la Canciller Alicia Bárcena y la Secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez. También asistieron Rosendo Gómez Piedra, al frente de la Unidad Especial de Investigación y Litigación para el Caso Ayotzinapa, la Comisionada Nacional de Búsqueda, Teresa Reyes Sahagún, y personal de la Secretaría de Gobernación.
A pesar de los esfuerzos por esclarecer los hechos, la verdad sobre la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa sigue siendo un misterio que lastima a México y a sus ciudadanos. La búsqueda de justicia y la verdad continúan siendo una prioridad para los familiares y amigos de las víctimas, quienes esperan que algún día se haga luz sobre este oscuro capítulo de la historia reciente del país.