La tensión se palpa en el ambiente conforme se acerca el esperado partido de cuartos de final de la Eurocopa que enfrentará a Turquía y los Países Bajos en Berlín el sábado. El Sindicato de la Policía de Alemania GdP ha calificado este evento como el partido de alto riesgo por excelencia, según declaraciones de su portavoz, Benjamin Jendro, al portal de noticias Watson.
El zaguero turco, Merih Demiral, se ha visto inmerso en una polémica después de realizar un gesto en un partido previo, que ha sido interpretado como un signo de extrema derecha por la titular de Interior de Alemania, Nancy Faeser. Este movimiento ha desatado una oleada de reacciones en las redes sociales, con llamamientos a los aficionados turcos a realizar este saludo en el estadio Olímpico de Berlín.
La preocupación de los cuerpos de seguridad se ha visto agravada por la numerosa comunidad turca en Berlín y la inminente visita del presidente turco, Recep Tayipp Erdogan, lo que supondrá un reto adicional en el despliegue de medios de la policía.
El caso Demiral ha generado tensiones diplomáticas entre Berlín y Ankara, y se espera que el partido esté marcado por las emociones, con celebraciones por los éxitos y espacios para la frustración por los fracasos. Se prevé que habrá caravanas de coches en las zonas donde la comunidad turca es más visible en Berlín, como en el multicultural barrio de Neukölln. La situación es delicada y se requerirá una gestión cuidadosa y eficaz por parte de las autoridades para garantizar la seguridad y el buen desarrollo del partido.