Un agente de la fuerza pública, dedicado al servicio de transporte por aplicación, fue brutalmente baleado en el vientre por un criminal que disfrazó su identidad como un pasajero inocente. El lamentable incidente tuvo lugar en el cruce de las calles Bolivia y Granadas, en la localidad bonaerense de William Morris, partido de Hurlingham, durante el fin de semana.
La víctima, Emanuel Alejandro Vargas, de 27 años, se desempeña en la comisaría de Flores y se encuentra en estado crítico tras el ataque. Los informes preliminares indican que una pareja de jóvenes solicitó un vehículo a través de una aplicación, subió al auto y, después de recorrer una breve distancia, uno de ellos exhibió un arma y le disparó al oficial para robarle el automóvil.
Tras el asalto, los delincuentes huyeron del lugar en el Peugeot 207 conducido por Vargas. La víctima fue trasladada de urgencia al Hospital Posadas por sus familiares y personal de la Comisaría de Hurlingham. Los médicos informaron que el disparo afectó varios órganos vitales y tuvieron que someterlo a una cirugía de emergencia para extraerle una bala de calibre .22 y parte de su intestino.
El joven policía permanece en terapia intensiva y, aunque la intervención quirúrgica fue exitosa, su evolución en las próximas horas será crucial. La Fiscalía Nº 2 de Morón investiga el caso y ha ordenado una serie de medidas en la causa, caratulada como robo agravado por el uso de arma de fuego. Los efectivos de la zona están desplegados en tareas de búsqueda para dar con los criminales.
Este trágico evento recuerda el caso de Lucas Buena, un policía federal que viajaba con su novia, Noelia Velázquez, por la Autopista Acceso Oeste a fines de abril. Fueron atacados a quemarropa por dos delincuentes que intentaron robarles la moto. Velázquez murió de un disparo en la nuca y Buena permaneció internado durante varias semanas. Aunque ya no corre peligro, el brutal impacto le impidió volver a caminar.
El ataque contra Buena ocurrió cuando los delincuentes intentaron robarle la moto a la pareja en la localidad bonaerense de General Rodríguez. Al notar el intento de asalto, Buena se identificó y sacó su arma reglamentaria. Sin embargo, los agresores no le dieron tiempo y comenzaron a disparar a quemarropa contra la Honda Tornado blanca en la que viajaba la pareja.