Cártel desmantelado en España La Policía Nacional y la Guardia Civil unen fuerzas para acabar con una peligrosa organización criminal que introducía cocaína en nuestro país, camuflada en productos de consumo cotidiano como fruta, café, cacao en polvo y carbón vegetal. Nueve detenidos y dos laboratorios clandestinos desmantelados
En una operación conjunta de infalible precisión, las autoridades han logrado desmantelar una red delictiva liderada por un clan familiar, dedicada a la introducción de grandes cantidades de cocaína en España, procedente de Colombia. Pero no solo eso, también han descubierto que utilizaban sofisticadas máquinas en laboratorios clandestinos para transformar la droga en letal chlorhidrato de cocaína
En el operativo, los agentes han incautado heroína, sildenafilo, dinero en efectivo, un arma de fuego, vehículos de alta gama, teléfonos móviles y numerosas placas de matrícula falsas de diferentes países de la Unión Europea. Un botín de guerra
La investigación comenzó en julio del año pasado, cuando los agentes detectaron la existencia de este grupo organizado dedicado a la introducción de cocaína en el territorio nacional. Tras un arduo trabajo de investigación, los agentes descubrieron que la organización contaba con las infraestructuras necesarias para importar grandes cantidades de cocaína desde Colombia, y para dificultar su detección, la introducían en productos de consumo diario
Posteriormente, la droga era trasladada a laboratorios clandestinos ubicados en zonas rurales de Ciudad Real y Málaga, donde era extraída y transformada en clorhidrato de cocaína. La organización contaba con un ejército de cocineros que se desplazaban a los laboratorios para realizar el trabajo sucio. Una vez transformada la droga, otros miembros de la organización se encargaban de distribuirla por todo el territorio nacional.
Gracias a la pericia de los agentes, se logró la incautación de más de 36 kilogramos de sustancias utilizadas para corte, 1.800 litros de precursores líquidos, más de 200.000 euros en efectivo, vehículos de alta gama, un arma de fuego, numerosos teléfonos móviles y más de 15 placas de matrículas falsas de diferentes países de la Unión Europea.
En el interior de los dos laboratorios, uno situado en la localidad de Montiel Ciudad Real y otro en Fuengirola Málaga, se encontraron grandes cantidades de precursores listos para ser utilizados en el proceso de transformación de la droga. Una verdadera fábrica de la muerte
Pero la historia no acaba aquí, la organización también utilizaba dos locales comerciales para blanquear el dinero obtenido de la venta de la droga y para el envío de efectivo a otros países. Tras una minuciosa investigación, dos mujeres y siete varones han sido arrestados como presuntos autores de los delitos de tráfico de drogas, organización criminal, blanqueo de capitales, falsedad documental y tenencia ilícita de armas. Un golpe contundente al narcotráfico en España