Steve Bannon, exestratega de la Casa Blanca de Donald Trump, se entregó el lunes en una prisión federal en Danbury, Connecticut, para comenzar una sentencia de cuatro meses por desafiar una citación del Congreso. Bannon, el segundo excolaborador de Trump en ser encarcelado por desacato al Congreso, fue visto con una actitud despreocupada y sin temor a su estancia en la cárcel.
El podcaster conservador, conocido por ser un fiel aliado de Trump y un firme partidario de su candidatura a la reelección presidencial, se entregó a las autoridades poco después del mediodía. Bannon, quien fue condenado por no cumplir con las citaciones del ahora extinto Comité Selecto de la Cámara de Representantes que investigó el 6 de enero de 2021, fue llevado a la prisión federal en una camioneta negra después de hablar en un podio fuera del centro penitenciario.
Bannon, quien se ha mantenido activo en los días previos a su sentencia de prisión, trató de convencer a Trump de no asistir al debate presidencial de CNN la semana pasada, lanzó su podcast de extrema derecha y dio la bienvenida a varios periodistas de los principales medios de comunicación para que se unieran a él durante sus transmisiones.
La imagen pública de Bannon ha sido la de una persona indiferente, sin embargo, fuentes cercanas a él pintan un panorama diferente, describiendo a un hombre que vacila entre negar que se salvará de una pena de prisión y la aprensión sobre lo que implicará la vida tras las rejas.
La prisión federal de Danbury, donde se alojará Bannon, es conocida por ser una instalación de baja seguridad con una población carcelaria relativamente pequeña. Sin embargo, los reclusos no tienen acceso a Internet y los detenidos pueden enviar correos electrónicos sin archivos adjuntos, pero estos pasan por un sistema controlado con retraso.
A pesar de esto, Bannon insiste en que su plataforma mediática War Room prosperará incluso en su ausencia, y que tendrá un impacto mucho mayor en la campaña de Trump para 2024 cuando esté en prisión que el que tiene ahora.
Por ahora, Bannon está listo para pasar por un proceso de admisión este lunes que resulta familiar para los reclusos de Danbury, incluyendo un registro al desnudo y una evaluación de salud mental. Una vez que se aclimate a la vida tras las rejas, Bannon ha dejado claro que no tendrá tiempo para aferrarse a las cartas de sus fans, instando a los seguidores a concentrar su tiempo en ganar en lugar de enviarle notas de apoyo.