Atención La ola de crímenes contra la comunidad LGBTQ en México continúa, y es imperativo que el gobierno y la sociedad en su conjunto tomen medidas urgentes para ponerle fin a esta situación alarmante. En los últimos meses, hemos sido testigos de una serie de transfeminicidios, hechos que van más allá de un simple homicidio, y que deben ser reconocidos y castigados como crímenes de odio.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito UNODC define a los transfeminicidios como el asesinato de mujeres trans cometido por el desprecio o sentido de posesión hacia ellas. Desafortunadamente, México encabeza la lista de países con el mayor número de transfeminicidios en el mundo.
En la Ciudad de México, familiares de víctimas exigen que el transfeminicidio sea tipificado como un delito, y que se haga justicia a las más de 600 mujeres trans asesinadas en el país desde 2008. La Comisión Nacional de Derechos Humanos ha reportado que la mayoría de estos crímenes están relacionados con la prostitución, y que solo una pequeña fracción de los casos ha sido esclarecida.
Uno de los casos más recientes ocurrió en la colonia San Rafael de la alcaldía Cuauhtémoc, donde un ex reo golpeó hasta matar a una mujer trans en pleno mes del orgullo LGBTQ . El ataque fue capturado en video y difundido en redes sociales, lo que ha generado indignación y protestas en la ciudad.
En Tampico, un hombre identificado como Emiliano N asesinó a su novia trans, Angy, con un arma blanca. La comunidad LGBTQ ha exigido que se juzgue este caso como un crimen de odio y no como un crimen pasional.
En el Estado de México, una mujer trans fue asesinada a balazos en un salón de belleza en Nezahualcóyotl. La víctima fue identificada como Yuli, de 35 años de edad, y era la dueña del establecimiento.
A pesar de los esfuerzos de activistas y organizaciones de derechos humanos, los crímenes contra la comunidad LGBTQ siguen en aumento. Es por eso que es crucial que el gobierno y la sociedad en su conjunto tomen medidas urgentes para prevenir y sancionar estos actos de violencia y discriminación. La tipificación del transfeminicidio como un delito es un paso importante en este sentido, y es hora de que México siga el ejemplo de estados como Nayarit, donde este delito ya está tipificado y se castiga con penas de hasta 70 años de prisión.
En conclusión, los transfeminicidios no son simples homicidios, sino crímenes de odio que deben ser reconocidos y castigados como tales. La sociedad mexicana no puede seguir permitiendo que la violencia y la discriminación sigan en aumento contra la comunidad LGBTQ . Es hora de actuar y exigir justicia para todas las víctimas de transfeminicidios.