La deslumbrante vida de Michael Jackson estuvo teñida de escándalos y deudas millonarias, incluso once años después de su partida. De acuerdo con documentos judiciales revelados por People, el Rey del Pop arrastraba una abultada deuda de 500 millones de dólares, la cual había comenzado a acumular muchos años antes de su fallecimiento.
En 1998, Jackson ya debía una cifra cercana a los 140 millones de dólares, y para el 2001 y 2009, la deuda ascendió a 170 millones. A esto se suman los gastos excesivos en viajes, joyas, muebles y donaciones que el artista realizaba sin cesar. Tras su muerte, la responsabilidad financiera de su última gira mundial recayó sobre su patrimonio, lo que aumentó aún más su deuda. El intérprete de Thriller adeudaba alrededor de 40 millones de dólares al promotor de conciertos AEG.
Según los ejecutores testamentarios John Branca y John McClain, junto con sus abogados, el patrimonio de Jackson se encontraba al borde de la quiebra en el momento de su fallecimiento.
Por otro lado, la vida personal de Jackson estuvo marcada por acusaciones de abuso sexual infantil, las cuales nunca lo llevaron a prisión. Sin embargo, su imagen pública quedó manchada por casos como el de Jordan Chandler en 1993 y las acusaciones posteriores de Wade Robson y James Safechuck. El debate sobre su inocencia o culpabilidad ha vuelto a encenderse recientemente con el documental Leaving Neverland, en el que se detallan testimonios de presuntas víctimas del cantante.
A pesar de los escándalos y las deudas, la figura de Michael Jackson sigue siendo una de las más icónicas y recordadas en la historia de la música.