Increíble pero cierto El cementerio de Villa Ángela, en la provincia de Chaco, cambia su tranquila y solemne atmósfera diurna para transformarse en un escenario de actividad nocturna más propio de una película de terror. Sexo en las tumbas y sesiones fotográficas con atuendos diabólicos son el nuevo y espeluznante espectáculo
Los cuidadores del camposanto han tenido que hacer frecuentes llamadas a la policía para alertar sobre las personas que entran al cementerio para satisfacer sus deseos carnales sobre las últimas moradas de los difuntos. Algunos de estos intrusos no solo tienen relaciones sexuales en los panteones, sino que además visten disfraces eróticos y registran sus acciones con fines, según se informa, de índole comercial.
Según declaraciones de uno de los guardias, una mujer en particular ha sido sorprendida en varias ocasiones dentro del cementerio, usando atuendos sugerentes y relacionados con la noche, como los de bruja o diabla, mientras posa de manera provocativa para selfies. A pesar de las intervenciones policiales, esta persona no ha cesado en sus visitas al camposanto.
Pero la situación no termina ahí. Otro empleado de seguridad ha informado sobre problemas reiterados con otra mujer, quien ha sido sorprendida participando en actos sexuales explícitos sobre las tumbas. Las personas involucradas en estas prácticas transgreden los límites de la decencia y el respeto, y su edad, según el cementerio, supera los 30 años.
Esta impactante noticia recuerda otro escándalo reciente en un cementerio de Misiones y una filmación sexual en un cementerio del conurbano bonaerense, lo que sugiere un preocupante y creciente fenómeno en nuestra sociedad.