Exclusiva Sevilla, 26 de Junio. Blog de Noticias - Toma nota, queridos lectores La Policía Nacional ha desmantelado una peligrosa y astuta trama de estafadores en la ciudad de Sevilla, que ha dejado a más de uno con el corazón en un puño y el bolsillo vacío. Tres individuos han sido arrestados bajo la acusación de cometer delitos continuados de estafa y receptación, y créeme, la historia es más escandalosa de lo que jamás hubieras imaginado.
Imagina esto: dos sujetos, con aires de empresarios, crean una sociedad supuestamente legal para llevar a cabo sus fechorías. Su objetivo: adueñarse de los codiciados terminales que una famosa operadora española ofrecía a sus clientes. Pero no se detienen allí, no, eso sería demasiado sencillo La trama se complica cuando una tercera persona es detenida como sospechosa de receptación, al haber adquirido un lote de 50 terminales móviles, y todo esto sabiendo que provenían de actividades delictivas anteriores
Los ávidos agentes de la ley identificaron a un sospechoso que transportaba en su vehículo 27 terminales de telefonía, con sus precintos intactos y la documentación de 12 personas diferentes. Increíble, pero cierto Los investigadores encontraron varios contratos de portabilidad de líneas hacia una conocida operadora española, en los que se hacía referencia a esos terminales, pertenecientes a 12 personas distintas, esparcidas por toda la geografía nacional.
Los estafadores, en su afán de engañar a sus víctimas, presentaban un contrato privado en el que éstas renunciaban a sus terminales, con la creencia de que era necesario para obtener los descuentos que les eran ofrecidos. Un truco vil y ruin Cuando los clientes descubrían, al revisar su factura, la existencia de esos terminales y preguntaban a la sociedad estafadora sobre los mismos, la respuesta era de lo más descarada Les decían que los teléfonos móviles nunca habían existido, que eran meras invenciones.
Pero la historia no acaba aquí, amigos míos. Los terminales y otros dispositivos, de los que los detenidos se apropiaban, eran vendidos fuera de los canales legales de venta, generando un beneficio económico adicional a su actividad comercial. Un escándalo mayúsculo
Tras la ardua investigación, la Policía Nacional ha identificado a 78 víctimas y ha calculado el importe defraudado en la nada despreciable cifra de 31.281 euros, repartidos entre 176 terminales de telefonía móvil y cuatro ordenadores portátiles. Los detenidos fueron puestos a disposición de la autoridad judicial, y ahora se enfrentan a un futuro muy incierto.
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