Alemania se salva en el último suspiro y se corona como líder del grupo frente a una Suiza que brilló con luz propia En esta nota, desmenuzaremos las claves tácticas del emocionante partido.
En la primera mitad, Alemania desplegó su habitual 4-2-3-1, con Kroos y Andrich adelantándose a la defensa, procurando controlar el balón y con una presión alta para recuperar rápidamente. Por su parte, Suiza logró salir jugando con éxito y combinó ataques veloces, gracias a Embolo y Ndoye, quien anotó el 1-0 para los suizos.
Suiza se parapetó en un sólido 5-4-1 defensivo, compactando líneas y siendo agresiva en la presión, sin conceder terreno fácilmente. Aprovecharon la velocidad de Aebischer en la banda izquierda, buscando la espalda de Havertz y Gundogan.
En la segunda mitad, Alemania atacó con decisión en busca del empate, y Suiza respondió con cambios ofensivos, buscando incomodar a los defensores alemanes y dificultar su salida de balón.
El técnico suizo, Yakin Murat, introdujo jugadores ofensivos, aumentando la presión sobre los defensores alemanes y buscando herramientas para contragolpear. Un enfoque valiente que casi da sus frutos.
En el minuto 92, los cambios de Nagelsmann dieron resultado: Raum centró desde la izquierda para que Füllkrug, el delantero centro, anotara de cabeza y consiguiera el empate agónico.
Un partido emocionante que deja a Alemania como líder del grupo y una de las selecciones a temer en la siguiente fase. Suiza, por su parte, mostró un gran nivel y puso en aprietos al favorito, demostrando que puede competir contra los mejores.