El viernes 21 de junio, el príncipe William, heredero al trono británico y vástago del rey Carlos III, celebró su 48 cumpleaños de una manera que nadie hubiera podido predecir A través de una adorable fotografía en sus redes sociales, el mundo pudo ver cómo el futuro rey soplaba las velas de su pastel, rodeado de su amada familia. No obstante, lo que causó verdadera conmoción fue su decisión de dejar a uno de sus hijos en casa junto a su esposa, Kate Middleton, para asistir a un acontecimiento especial con la famosa cantante Taylor Swift.
Sí, como lo lees William sorprendió a todos cuando publicó una imagen en Instagram que confirmaba su asistencia al Estadio de Wembley en Londres, donde Swift se presentaba como parte de su gira The Eras Tour. El príncipe no pudo resistirse a la tentación de ver a la estrella estadounidense en vivo y en directo Acompañado de sus dos hijos mayores, George y Charlotte, William disfrutó de una noche inolvidable junto a Taylor y su novio, el futbolista Travis Kelce.
La historia de amistad entre Taylor y William se remonta al año 2013, cuando se conocieron en un evento benéfico de Centrepoint en el Palacio de Kensington. En aquella ocasión, el hijo de Lady Di se unió a Taylor y a Bon Jovi para cantar Livin on a player. Qué sorpresa debe haber sido para la cantante ver al príncipe en su concierto
No es la primera vez que un miembro de la casa real británica asiste a un concierto de Taylor. En esta misma gira, la cantante hizo paradas en su país natal, y, específicamente en el show de Los Ángeles, la esposa del príncipe Harry, Meghan Markle, se dejó ver disfrutando de una noche mágica con ella.
Para celebrar el cumpleaños de William, la familia real publicó una divertida imagen en la que el príncipe aparece tomado de la mano con George, Charlotte y Louis, saltando y riendo durante una entretenida aventura. La descripción de la fotografía dice: Feliz cumpleaños Papá, todos te queremos mucho. Sin duda, una forma encantadora de demostrar el cariño y la complicidad que existe en la familia.
En definitiva, el príncipe William ha demostrado una vez más que, a pesar de su alto cargo, también sabe disfrutar de momentos de ocio y diversión. Feliz cumpleaños, alteza real