En la negrura de la madrugada del domingo, el bullicioso bar Chicas, Chicas de la delegación Tapeixtles, en el puerto de Manzanillo, fue blanco de una lluvia de balas por parte de civiles armados. El resultado: dos personas fallecidas y dos más heridas, entre ellas un menor de 15 años.
La tragedia se desató, según se informó en un principio, por una disputa debido a que se le negó la entrada al bar a un menor de edad. Sin embargo, más tarde se difundió un impactante video que reveló la cruda verdad: civiles armados descendieron de un taxi y sin piedad, abrieron fuego contra el establecimiento.
Las autoridades locales se han mantenido herméticas sobre el caso, sin brindar mayores detalles sobre el ataque. Mientras tanto, la comunidad de Colima se encuentra conmocionada y exige justicia.
En un contexto ya de por sí dramático, la noticia se suma a una serie de acontecimientos adversos en la región, como el reporte de una marea roja no tóxica en tres zonas de Colima. Una situación que, lejos de calmar los ánimos, aviva la incertidumbre y la zozobra entre los residentes.