En vísperas de las cruciales elecciones presidenciales en Venezuela, la efervescencia por el cambio político se siente en el aire, mientras las encuestas reflejan un claro dominio de la oposición y su candidato, Edmundo González Urrutia. El actual mandatario, Nicolás Maduro, se encuentra en una situación precaria y luchando por remontar su popularidad.
La última encuesta de ORC Consultores, revelada por Voz de América, coloca a González Urrutia muy por delante de Maduro, con un 54.99% frente a un humilde 14.42% de intención de voto. Estas cifras, basadas en 1.124 entrevistas, también indican que el 64.1% de los electores tienen la intención de votar en los comicios del 28 de julio.
A pesar de que Maduro recién está comenzando su campaña y se nota un aumento en el gasto público para apoyar su reelección, su desaprobación sigue siendo alarmante, con un 80%. Aunque los expertos anticipan un posible repunte en la candidatura de Maduro, la brecha entre ambos candidatos sigue siendo considerable.
La oposición, liderada por González Urrutia y la simbólica figura de María Corina Machado, ha logrado atraer al electorado con la promesa de un cambio frente a la continuidad representada por Maduro. Se prevé que González Urrutia obtenga alrededor de 7 millones de votos, mientras que Maduro no superaría los 4.7 millones.
Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la UCAB, destaca que la oposición se encuentra en su mejor momento político y electoral, mientras que el gobierno se enfrenta a su peor crisis, con una brecha electoral difícil de cerrar sin recurrir a prácticas fraudulentas.
El gobierno intentó dividir a la oposición inscribiendo varios candidatos, pero, según Alarcón, estos no lograrán más del 10% de los votos el 28 de julio. El politólogo Ricardo Ríos estima una diferencia de 30 puntos entre Maduro y González Urrutia, y considera improbable que el apoyo a Maduro crezca significativamente en los próximos días.
Ante este panorama, el gobierno se enfrenta a un dilema: permitir que las elecciones se realicen con los candidatos actuales o boicotear el proceso, eliminando quizás la candidatura de González Urrutia o la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática.
El ascenso de González Urrutia se debe en gran parte a la transferencia de apoyo de Machado, quien, a pesar de su inhabilitación, sigue siendo una figura influyente en la política venezolana. El futuro de Venezuela pende de un hilo, y el mundo observa con atención el desenlace de estas cruciales elecciones.