Un despliegue militar y policial de proporciones épicas se desató en el área metropolitana de la capital de Zacatecas, particularmente en el lujoso Fraccionamiento Lomas de Bernárdez, así como en las colonias Gavilanes y Pirules, pertenecientes al municipio de Guadalupe Todo esto como resultado de la osada agresión armada contra un convoy de diferentes corporaciones estatales y federales de seguridad pública.
El operativo, que resultó en la captura de 11 temibles generadores de violencia, fue implementado después de que labores de inteligencia detectaran y ubicaran a una peligrosa célula delictiva que se había instalado en esta zona. Óscar Alberto Aparicio Avendaño, subsecretario de operación policial de la Secretaría de Seguridad Pública de Zacatecas, describió la operación como una batalla campal en la que oficiales lograron repeler la balacera sin reportar heridos, gracias al valioso apoyo de artillería blindada.
Los agresores, atrincherados en una vivienda, fueron superados y extraídos del lugar. Como resultado del operativo, se aseguraron ocho armas, cuatro cortas y cuatro largas, una camioneta y una moto, todos utilizados en las últimas ejecuciones y hechos violentos sucedidos en Guadalupe, Zacatecas.
Pero la acción no terminó allí, las fuerzas del orden aumentaron la vigilancia en el área metropolitana para evitar una posible reacción de cómplices de los 11 detenidos, quienes fueron identificados como los principales generadores de violencia en la zona centro del estado.
En un evento separado, pero igualmente impactante, policías estatales de Zacatecas fueron atacados con granadas en Tepetongo, mientras efectuaban un patrullaje de rutina en comunidades rurales. Los agresores, quienes viajaban en varias camionetas y armados con armas de grueso calibre, intentaron emboscar a los uniformados. Sin embargo, los policías agredidos pidieron refuerzos y lograron repeler el ataque.
A pesar del caos generado en la carretera federal 45 en Zacatecas, las autoridades no reportan policías lesionados tras la balacera; sin embargo, no descartan que por parte de los civiles agresores existan lesionados o fallecidos.
Después del enfrentamiento, las autoridades realizaron un recorrido en búsqueda de los delincuentes y aunque no se les logró ubicar, se detectó un campamento criminal, mismo que fue inutilizado y destruido. En la zona permanece un fuerte despliegue de seguridad pública y las carreteras aledañas han sido reforzadas con varios retenes de revisión a los vehículos, en búsqueda de los civiles armados. La lucha contra el crimen organizado en Zacatecas continúa