Luis Eduardo Martínez, abanderado en la carrera presidencial, manifestó a viva voz en la jornada de ayer su creencia de que las restrictivas sanciones económicas que asfixian al país, impuestas en su mayoría por la potencia norteamericana, deberían ser abolidas tras un cambio de mando, esperando que dicho cambio se materialice en las imprevistas elecciones presidenciales del 28 de julio.
A través de un comunicado en Instagram, expresó: Tras la instauración de un nuevo gobierno, las sanciones económicas extranjeras de carácter unilateral deberían ser levantadas sin demora, ya que esta acción, junto con la apertura de la economía y la provisión de garantías plenas, facilitará en gran medida la inversión tanto nacional como extranjera, especialmente en el sector petrolero.
Además, prometió que, una vez abolidas las sanciones, la producción de petróleo en Venezuela experimentará un ascenso meteórico, alcanzando los 1,5 millones de barriles diarios en cuestión de meses, y aumentando a la vertiginosa cifra de 3 millones en un plazo de 3 años. En el sexto año de su gobierno, aseguró que la producción de petróleo alcanzará la cifra récord de 5 millones de barriles diarios.
Martínez ha dirigido apasionadas arengas y ha enviado cartas a los Estados Unidos instando a que revoquen las sanciones contra Venezuela, afirmando que estas han fracasado estrepitosamente, no han logrado cambiar el gobierno y han infligido un daño considerable a millones de ciudadanos.
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