La Roja se encuentra en un momento de euforia y optimismo antes de la Eurocopa, gracias a sus contundentes victorias en sus dos encuentros de preparación frente a oponentes inferiores: un abultado 5-0 contra Andorra, la 164 del ranking FIFA, y un aplastante 5-1 frente a Irlanda del Norte, la 73. Estos partidos, disputados con la presencia de espectadores, han servido a España para aumentar la moral y perfeccionar su forma de cara al exigente debut en la fase final de la Euro contra la peligrosa Croacia de Luka Modric, el sábado 15 de junio en Berlín. Después vendrán los enfrentamientos contra Italia, la actual campeona de Europa, y Albania.
Españoles e irlandeses se reunieron en Mallorca después de 39 años desde su último encuentro amistoso en el antiguo estadio Lluís Sitjar, que terminó sin goles y que fue el primer partido de la selección española absoluta en suelo balear.
Este sábado, España no tuvo problemas para deshacerse de una Irlanda del Norte que en el pasado logró un histórico triunfo contra la Roja en el Mundial de España-82. En aquella ocasión, los norirlandeses, dirigidos por Billy Bingham, ganaron 0-1 contra todo pronóstico en Valencia Luis Casanova, gracias a un gol del legendario delantero Gerry Armstrong, quien más tarde jugó para el Mallorca.
El actual equipo de Irlanda del Norte está muy lejos de aquel que solía ser un duro oponente en los años 80. Este sábado, los norirlandeses sólo fueron un sparring voluntarioso para España, que reafirmó su candidatura para ganar la Eurocopa de Alemania. A pesar de que los de Michael ONeill se adelantaron en el marcador con un gol del central Daniel Ballard Sunderland, cuando apenas habían transcurrido 66 segundos de partido.
Este gol tempranero fue el más rápido que concedía la selección española desde el 7 de junio de 1984, cuando el yugoslavo Susic anotó en La Línea de la Concepción, a los 20 segundos, en el último partido de preparación para la Euro 84, según informó el experto en datos Mister Chip en su cuenta de la red social X.
El público mallorquín, que ha sufrido durante la temporada por el temor al descenso a Segunda y por la gran decepción de perder la final de Copa ante el Athletic, pudo disfrutar de una goleada en Son Moix, un estadio que siempre ha sido propicio para la selección española, con una racha de victorias: 3-1 a Alemania en 2003, 1-0 a Islandia en 2007, 2-1 a Bielorrusia en 2013 y el 5-1 a Irlanda del Norte, cuyos seguidores no dejaron de bailar en las gradas ni con el resultado final de 5-1.