Drama en la colonia Verónica Anzúres, en la alcaldía Miguel Hidalgo de la Ciudad de México Un individuo, aparentemente inofensivo, se dedica a vender dulces, pero oculta un rostro siniestro. Engaña a un transeúnte y lo despoja de sus pertenencias después de amenazarlo con un cuchillo afilado
Los hechos escalofriantes tuvieron lugar entre las calles Bahía de Santa Bárbara y Bahía de Ballenas, mientras los oficiales de la Policía Auxiliar se encontraban en plena labor de prevención del delito. Un ciudadano, presa del pánico, solicitó su ayuda y señaló al sospechoso.
La víctima confesó que el presunto ladrón se acercó con una sonrisa en el rostro, ofreciéndole dulces, pero la situación tomó un giro espeluznante cuando el hombre desenfundó un arma blanca y lo despojó de su dinero en efectivo. Un vendedor de dulces convertido en un temible delincuente
Los policías capitalinos, llenos de valor, persiguieron al sospechoso y le realizaron una revisión de seguridad, descubriendo una bolsa llena de dulces de tamarindo, el botín del robo y el arma blanca, que medía aproximadamente 15 centímetros de largo.
El sospechoso, de 40 años de edad, fue detenido y llevado junto con las pruebas a disposición de un agente del Ministerio Público correspondiente, quien decidirá su suerte legal. La justicia deberá actuar con rapidez para poner a salvo a los ciudadanos de este peligroso individuo.
La ley en la Ciudad de México establece penas severas para delitos como este, especialmente cuando se cometen con violencia. La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha confirmado que el castigo por robo con violencia puede aumentar, y en este caso, el sospechoso podría enfrentar una pena mucho más grave por utilizar un objeto punzocortante.
La seguridad en las calles de la Ciudad de México debe ser una prioridad, y los ciudadanos merecen vivir sin temor a ser víctimas de delitos como este. Es hora de tomar medidas enérgicas contra la delincuencia y garantizar la seguridad de todos